Vacaciones gravitacionales


Estuve hoy recostado en mi cama, disfrutando de mis auto vacaciones que me he regalado, ya que no soportaba más el trabajo; una especie de jubilación prematura momentánea. Bueno, este pequeño solaz ha empezado hace unas semanas, pero hoy me he puesto a pensar todas las cosas que he hecho durante este tiempo y no son las cosas que había planeado, lo que me hace ver que nunca he sido bueno para hacer las cosas que planeo, siempre he hecho las cosas en el momento; pero yo terco trate de intentarlo una vez más con la esperanza de esta vez lograrlo, pero he sido nuevamente derrotado para mi beneplácito. Todos me decían que disfrutará mis vacaciones de manera desenfrenada, irrestricta, una especie de bacanal (salir a tonear, emborracharme, estar con chicas malas y todas esas cosas que hacemos los hombres que están solteros y no piensan en relaciones serias), pero esa no era la idea de mis vacaciones. Mis vacaciones debían de ser solitarias, sosegadas, reconfortantes, descansadas; una especie de vivir en puntos suspendidos. Sin embargo, nada de eso sucedió; al contrario, sucedieron otras cosas que jamás pensé que pasarían.
Y una de las cosas que nunca había planeado fue conocer una chica; bueno en realidad que reverdecer mis relaciones amicales con mis pocos amigos a los cuales he descuidado, no por el trabajo o la falta de tiempo, esas excusas que siempre damos y que en realidad no son esas las razones principales; pero conocí una chica muy linda, esas chicas que me deslumbran de solo cruzar una palabra, no por lo que me dice sino por como lo dice. Mis días de vacaciones se volvieron más animadas, no tan cuadriculadas como pensé que sería (ver tele, estar en la compu, o salir con alguna amiga y preguntar las mismas cosas que siempre suelo preguntar: ¿Cómo estás?, ¿Qué tal es estudio o trabajo? y esas cosas), pero ella llegó y alboroto mis vacaciones. Bueno describirla sería extenderme demasiado, y además pensaran que no soy objetivo y que la describo así porque estoy enamorado; la verdad es que si, lo estoy y no me avergüenza decirlo.
Enamorado, un sentimiento que no pensé sentir por mucho tiempo; pero por más que me volví impenetrable, ella encontró la manera de burlar toda la vigilancia que había instalado en mi corazón y entro casi caminando de puntillas, sin hacer ruido y se instalo en mi corazón. Tal vez muchos se reirían de lo que escribo, o empezarían a bombardearme de preguntas inquiriéndome sobre si es verdad, o tal vez, me mandarían donde un psiquiatra; pero lo único que les puedo decir a los que me conocen que es verdad, me enamoré de esta ninfa que apareció de repente y que ahora se ha vuelto un motivo importante en mi vida. Mis días de vacaciones se centran en estar lo más posible con ella, haciendo cualquier cosa, desde acompañarla a matricularse en la universidad, entregarle sus trabajos, salir a pasear a museos, comer, hasta comprarse ropa en Gamarra (un ejercicio gratificante). Si no estoy con ella mis días se vuelven grises, aburridos; pero tendré que empezar a acostumbrarme, ya que empezará a estudiar y ya será muy difícil vernos, aunque aún no estoy preparado para esa nueva realidad.
Todo ha sucedido tan vertiginosamente, que todo lo que me ha pasado debió haber pasado lentamente, quemando etapas; pero no fue así, yo corrí como una libre mientras que ella iba a paso de tortuga. No sé que me paso, no tengo manera de explicar mi comportamiento, un comportamiento casi de adolescente conociendo a su primera chica; pero no siento ningún tipo de vergüenza aceptar que me enamore como un loco de ella, aunque sé que ella no lo está de mí. En el pasado hubiese huido despavorido de este sentimiento que me ha traído desventuras, intranquilidad, dolor y por sobre todas las cosas, alborota toda mi vida; no obstante, todos estos aciagos hechos no me han hecho desistir de este sentimiento, no lo han espantado en lo más mínimo, como si esta vez viniera premunido de una armadura indestructible, que deja a todas mis defensas inermes, desarmadas, incapaces de hacerle algún tipo de resistencia.
Pero lo más gracioso de todo, es que llegue en el momento equivocado, en el tiempo equivocado y tal vez, sea la chica equivocada en la cual no debí poner mis ojos, más aun, que tal vez no debí de enamorarme de ella. Pasare a explicar el por qué.
Ella recién ha terminado una relación hace un mes (terminado es un decir, porque aún no termina y no sé cuándo terminará) con un energúmeno que aun la molesta y amenaza, porque de seguro se siente herido en su orgullo que terminaran con él (la clásica de los machista que son ellos los que terminan); mientras que yo ya tengo muchos meses solo después de mi última relación que tuve, que fue intensa, pero que poco a poco se fue desgastando (diferencias irreductibles, sentimientos encontrados, tedio) y que no me afecto tanto el rompimiento, porque cuando terminamos me di cuenta que nada me unía a ella, ni siquiera una relación de cariño. Michos dirían que fue el termino perfecto de una relación, sin lagrimas, culpas, o buscando en que fallamos; simplemente fue terminar de leer un libro, pero que no te acuerdes de que trataba, lo que te haría inferir que el libro no fue interesante y que solo lo leíste porque te impresiono el titulo. A diferencia de ella, que aún llora por su relación, recuerda los momentos, lugares; está aún en la etapa del esperar que se desvanezca lentamente, del aún seguir escuchando los ecos del para siempre o del te amo; esa etapa que pase hace mucho tiempo y que sé como es, pero ahora estando yo del otro lado, quisiera que esa etapa pasará rápido para mi beneficio, porque no puedes construir algo sobre ruinas de algo que se cayó; simplemente hay que limpiar los escombros, allanar el terreno y empezar a construir lentamente una nueva historia.
Es en esas circunstancias en que nos conocemos (circunstancias no propicias, dirán algunos) es en las cuales estamos conociéndonos, y es en esas circunstancia no propicias en las cuales me enamore de ti. Parece casi pernicioso para mi enamorarme en estas circunstancias (eso diría las personas que me conocen y saben que me pasa cuando me enamoro), enamorarme de una chica que no está para ser enamorada ni pensar en una nueva relación, es como llegar a una fiesta sin ser invitado, tocar la puerta y no ser atendido; y es en esas circunstancia que me enamoro ¡Pobre mi corazón loco, que se enamora de quien no debe, pero fiel al castigo y al pie del cañón, late con más fuerza y no se amilana ante la desventura; por el contrario, enarbola con orgullo la bandera del amor!
Hicimos cosas que no debimos hacer y cosas que no hicimos pero que debimos hacer, pero mientras yo me volví un corredor de 100 metros corriendo a una velocidad de record mundial, ella iba a velocidad de maratón, casi caracolesca (no sé si existirá esa palabra), que ni ella se dio cuenta que llegue a la meta aun cuando ella recién estaba haciendo sus ejercicios de calentamiento. Cuando me dijo ella que bajáramos la velocidad, yo ya estaba a miles de kilómetros de ella; nuestros mundos giraban, el mío a velocidad de rotación y el de ella a de traslación. Somos dos mundo en proceso de conocernos, nuestras orbitas se unieron, vamos por el mismo camino, sé que a velocidades distintas, pero espero que nuestras distancias se acorten y que al menos si no vamos al mismo ritmo, que yo sea un satélite que gire bajo tu gravedad. Aunque valgan verdades, ya me siento así. Bajo tu gravedad.

1 comment:

***MIROMA ROIG*** said...

***LUNA, LUNA, LUNA... MI HERMANA DECÍA QUE SI UNO PIDE UN DESEO CUANDO HAY LUNA LLENA Y MIRÁNDOLA, ESE DESEO SE CUMPLE... NUNCA LO HE INTENTADO, PERO VEAMOS QUE PASA***