Atrapado en un laberinto


Llegué al final del camino y cruce la puerta, entre a aquella que decía pase, y encontré la punta de una madeja, y cual Teseo la seguí, pensando que llegaría a la salida guiado por esa madeja. No lo pensé, solo caminaba y caminaba, pensando que llegaría a ver la luz, pero de un momento a otro se acabo la madeja y estaba en medio de la oscuridad, entre paredes sin saber a donde ir, me perdí en aquel laberinto y ahora no se como salir.
Ahora no se qué hacer, me he siento perdido, extraviado, no sé hacia donde ir; la luz que seguía se desvaneció. Tengo miedo, no conozco el camino de regreso ni de salida, estoy en medio de la nada sin saber a donde ir sin saber que hacer.
Salí del infierno tras un ángel, pero ese ángel se fue y me ha dejado en el purgatorio, ese lugar de paso entre el cielo y el infierno, pero mi purgatorio es oscuro, silente, desconocido para mí, sentado tratando de hacer memoria de cómo regresar a donde empecé, pero eso será imposible porque uno no pasa a través de la vida sin dejar nada (los años, amigos, amores) y yo deje el no sentir y ahora que he vuelto a sentir, me duele hacerlo.
No debí abrir los ojos, buscar la luz, que a pesar que me enceguece, la busque, quería verla, disfrutarla y la disfrute, pero todo en esta vida tiene su precio y debo de pagarlo.
Se que terminare de pagarlo algún día, y tal vez no me acuerde de lo que paso; pero mi hermano me dijo hoy: No es tan fácil como pensé. Y le dije que no, y me dijo: No vas a renunciar. ¿No? Le dije que no. Me dijo: A ya sino no serias tú.
Si supiera que hace tiempo que no sé quién soy yo.

1 comment:

***MIROMA ROIG*** said...

***LA VIDA ES LABERINTO... Y LO RECORREMOS DESDE QUE NACEMOS... O HASTA ANTES, CUANDO ESTAMOS EN EL VIENTRE MATERNO***