Viajando por un camino sin final


“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Inspiradora frase, pero yo le agregaría: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Pero habrán caminos que es preferible no caminar, porque por más que quieras pasarte las luces rojas, al final ya no sabrás hacia dónde vas”.


Empiezo así, porque estoy transitando en un de ellos, un camino difícil, lleno de luces rojas, curvas sinuosas, escarpados y abismos insondables. Aunque atravesarlo sea complicado, lo que veo y siento es maravilloso, vergeles mágicos, cantos oníricos, céfiros serenos; pero todo eso lo veo a través de muros transparentes, impenetrables, me hace sentir como un mendigo viendo la comida a través de los escaparates de los restaurantes, llenándose sólo con un simple mendrugo de pan.
Me adentré a ese camino, sabiendo que era minado y que un paso en falso y podría salir lastimado, pero no encontré un mástil donde atarme como hizo Ulises para evitar ser dominado por los cantos de las sirenas. Me dejé llevar por ese canto, un canto dulce, sosegado, que invadió mi vida dándole paz, alegría y felicidad. Pero ese canto me llevó a un camino que ya empecé a caminar y a disfrutar, pero no sé si llegaré hacia algún lugar.
Pero yo sigo caminando y disfrutando lo que veo como un niño pobre disfruta una feria pero no puede subir a las atracciones porque no tiene dinero; así me siento yo como ese niño, tan sólo porque veo todas esa maravillas, pero no puedo tocarlas, disfrutarlas, hacerlas parte de mi viaje. Sin embargo, he llegado a una desviación, donde hay dos puertas: una dice “Entrada” y la otra “Salida”; y me he quedado ahí, pensado que hacer, cuál de las puertas escoger, como una niña indecisa al no saber cual de los dos vestido escoger sabiendo que no pueden ser los dos. Así me siento yo, como un niño en un zoológico desesperado por coger a los animales, pero en algún momento tendré que tomar una decisión, ya que no me quedaré sentado por siempre. Sólo espero que me llegue una señal del cielo que me indique qué decisión tomar, como a los Reyes Magos le enviaron una estrella que les indicó el camino, eso también espero que a mí me pasé. Lo malo es que no sé si tendré esa suerte, ya que tal vez cuando pase esa señal, la vea tan lejana que por tratar de verla me caiga a un abismo.

1 comment:

***MIROMA ROIG*** said...

***ME GUSTA LENTO DE JULIETA VENEGAS JAJAJA... SI LE TENGO QUE PONER UNA CANCIÓN A ESTE MOMENTO DE MI VIDA, ESA SERÍA PERFECTA***